Las palabras tienen un poder infinito sobre nuestra mente y sobre nuestras vidas. Las palabras no son solo palabras, son frecuencia y energía.
Muchas veces le damos tan poca importancia a las palabras que salen de nuestra boca, que les decimos a los demás o que nos decimos a nosotros mismos, pero la verdad es que lo que digas será la frecuencia que atraigas a tu vida.
Las palabras son energía y se transforman en la energía que les des, atrayendo a tu vida la frecuencia de esa energía. Si tus palabras hacia ti y hacia los demás están llenas de amor, gratitud y paz, esta será la frecuencia en la que vaya tu vibración y es lo que el Universo enviará hacia ti.
Adivina qué atraes a tu vida si te expresas siempre de manera negativa y despectiva… Energía negativa y vibración baja, y es ahí cuando las cosas no salen como quieres, y comienzas a criticar todo y culpar a las circunstancias de lo que te sucede.
¿Pero sabes qué? Eso puede cambiar si tan solo eres consciente de tus palabras, de su energía y su intención.
¿Cómo puedo usar las palabras a mi favor?
Empieza por eliminar ciertas palabras de tu vocabulario, como “no puedo”, “imposible”, “odio”, “sufrimiento”, “rencor”, “resentimiento”… Y comienza a cambiar este lenguaje por palabras más positivas como “sí puedo”, “posible”, “amor”, “perdón”, “sueños”.
Luego, puedes intentar escribir frases, o “mantras” que puedas repetir durante varias veces al día. Memorízalos y repítelos con intención, la intención es muy importante, enfoca toda tu energía e intención en cada palabra que digas y verás como aprendiendo a hablarte demanera amable y positiva, todo el Universo comenzará a conspirar a tu favor.
Y tú ¿qué palabras de amabilidad te dices a ti mismo? ¡Cuéntame!
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