Probablemente la frase “creer en ti” te suene muy trillada, pero esta frase, que a veces parece obvia, es fundamental para tu crecimiento personal. Es una frase sencilla, corta y precisa, pero cómo cuesta ponerla en práctica ¿no? Suena fácil, pero ¿puedes decir en este preciso momento que crees en ti mismo?
Tómate tu tiempo y sé honesto con tu respuesta. Muchas veces creemos que lo hacemos, pero luego regresamos a las creencias limitantes, regresamos a la zona de confort de victimizarnos, comenzamos a decir “no puedo”, “no lo voy a lograr”, “no soy capaz de hacerlo”.
Victimización como zona de confort
Cuando esto sucede, es más fácil sentirnos como víctimas porque hay situaciones o personas a las cuales culpar por todo lo que nos pasa, y eso es más fácil que admitir que está en nuestras manos cambiar eso.
Además, aunque no lo creas, de manera inconsciente, es una “zona de confort” el victimizarnos, porque no hacemos nada para cambiarlo, excepto quejarnos y pensar que somos pobres seres que nos sale todo mal.
Evidentemente hay situaciones que pueden ser duras y puede que no esté en nuestras manos controlarlas, sin embargo, nosotros podemos decidir cómo reaccionamos ante los retos que nos coloca la vida y darle la vuelta a la situación.
Podemos decidir aprender de la situación, sacar lo positivo de todo lo negativo y seguir adelante, cargados de una nueva sabiduría que nos dejó la experiencia.
Creencias saboteadoras
Aparte de la victimización como zona de confort, durante toda nuestra vida venimos arrastrando muchas creencias limitantes, que como bien dice nos “limitan” a creer que podemos lograr todo lo que queremos, que podemos construir la vida que deseamos.
Cuántas veces no hemos escuchado frases como “¿cómo crees que vas a lograr eso?, “sigue soñando”, “eso jamás lo vas a lograr”? Esas palabras pueden calar muy dentro de nuestro inconsciente y quedarse allí, impidiendo que seamos capaces de tomar las riendas de nuestra vida y alcanzar nuestros sueños.
¿Cómo creo en mí mismo?
Primero que nada debes sacar esos viejos pensamientos limitantes de tu mente, deja de darles poder, simplemente cuando sientas que aparecen en el fondo de tu mente, detente y cambialos por frases como:
“yo puedo lograrlo”,
“puedo lograr todo lo que me propongo”,
“tengo el potencial para lograr todo lo que quiero”,
“soy un ser capaz de tenerlo todo”,
“me merezco toda la abundancia que el Universo me da”.
También puedes escribirlo, escribe todas las creencias y pensamientos que te limitan, escribe de dónde salieron, probablemente te las dijeron desde pequeño, o a lo largo de tu vida las fuiste escuchando y optando por dejarlas en tu inconsciente.
¡Luego viene la mejor parte! Escribe un sustituto positivo para esa creencia, es decir, transfórmala en algo positivo para quitarle su poder negativo.
Por ejemplo, una creencia puede ser: “no puedo lograr renunciar al trabajo que no me gusta porque jamás voy a poder crear mi propio negocio y hacer lo que me gusta”.
¿De dónde salió esa creencia? “Mis papás siempre me dijeron que era muy difícil crear una empresa desde cero, que solo podían hacerlo las personas con dinero”.
¿Cómo puedo cambiar esta creencia en una creencia positiva? Voy a renunciar a mi trabajo que no me hace feliz y voy a crear mi propio negocio, voy a hacer lo que me gusta, me llena y me hace feliz, así como mucha gente lo ha hecho y lo han logrado, yo también puedo hacerlo porque soy una persona capaz e inteligente.
¡Ámate a ti mismo(a) y aprende a confiar en ti!
Cuando se trata de creer en ti mismo, el amor propio tiene un papel fundamental, vital: el amor propio, las palabras de amor y bondad que te dices a ti mismo son las semillas de la confianza y del poder de creer en ti mismo.
No puedes creer en ti mismo si no eres capaz de amarte. ¡Así de simple! No puede haber confianza en ti si no nace desde lo primordial: el Amor.
Esto parece obvio, es otra frase que se dice fácil, pero muchas veces resulta tan difícil que la entendamos.
Primero debes reconocerte como una persona llena de amor, llena del amor primordial que te das a ti mismo, cuidándote, tanto internamente (leyendo, meditando, aprendiendo nuevas cosas, nutriendo tu crecimiento personal, alejándote de entornos tóxicos) como externamente (cuidando tu cuerpo, tu salud, tu alimentación).
Recuerda que tú eres el/la principal responsable de tu vida, y el amor propio y la confianza en ti mismo debe empezar por ti.
No puedes esperar amarte o creer en ti mismo solo si alguien más lo hace, debe venir de tu interior.
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