¿Te has preguntado por qué no logras las cosas que te propones? ¿Por qué te cuesta hacer cambios? A veces podemos ser víctimas de nuestras propias creencias limitantes.
La buena noticia es que a pesar de que muchas veces pensemos que esas creencias limitantes no pueden cambiarse, ¡sí se puede! Así que sigue leyendo y descubre cómo.
¿Sabes qué son las creencias limitantes?
Puede que no lo sepas, pero todas esas “verdades” o “hechos” que crees que son así, que no pueden cambiar, son creencias limitantes, son esos pensamientos que se quedan en tu mente y que de manera inconsciente te limitan de lograr tus metas.
Estas creencias te hacen ver de cierta forma tu realidad, por lo que de manera inconsciente comienzas a creer que no puedes hacer ciertas cosas o que la realidad no se puede cambiar.
Por ejemplo, crees que porque una vez intentaste algo y no salió como esperabas, siempre va a ser así, o crees que como te dijeron de pequeño que lo importante era trabajar en una empresa, para alguien más, no puedes crear tú tu propia empresa y tener éxito.
Las creencias limitantes pueden también afectar nuestra autoestima y amor propio, haciéndonos creer que sin esa persona no podremos ser felices, que por nuestro físico, clase social, etc, no podremos lograr lo que queremos.
Pero ¿sabes qué? ¡Esto no es así! Las creencias limitantes pueden transformarse para convertirse en creencias positivas y usarlas a nuestro favor.
5 claves para transformar las creencias limitantes
Transformar tus creencias limitantes es un proceso personal, que cada quien lo vive de manera diferente, pero lo importante es entender que es necesario para transformar tu vida, para darle ese giro que necesitas y alcanzar todo tu potencial.
-Cuida tus pensamientos, porque se convierten en tus palabras.
-Cuida tus palabras porque se convierten en tus acciones.
-Cuida tus acciones porque se convierten en tus hábitos.
-Cuida tus hábitos porque se convierten en tu carácter.
-Cuida tu carácter porque se convierte en tu destino.
Empieza por reprogramar tus pensamientos, por cambiar todos esos pensamientos que te hacen creer que no puedes hacer algo, cámbialos cada día por un pensamiento con refuerzo positivo.
Para cambiar tus pensamientos, debes cambiar tus palabras, háblate de forma amable, con amor, de manera positiva y verás que tus pensamientos comienzan a florecer y a responder a tus palabras.
Recuerda que las palabras se convierten en acciones, y las acciones en hábitos, por eso, cuida cómo te hablas a ti mismo(a).
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